jueves, 23 de julio de 2009
miércoles, 22 de julio de 2009
CAMPAMENTO "O BOSQUE MÁXICO"
- Desarrollar su creatividad, espontaneidad y autoestima.
La fecha del Campamento comprende del 14 al 25 de agosto inclusive.
El importe de los doce días, en régimen de alojamiento, pensión completa y con todas las actividades incluidas es de 350 euros.
Plazas limitadas a 30 niños. Si te interesa para tu hij@, reserva plaza cuanto antes. Podrás hacerlo en los teléfonos 609.152.336 (Salud) y en el 665.408.221 (Olalla), también en el correo electrónico terapiaintegralconfamilias@hotmail.com.
jueves, 9 de julio de 2009
domingo, 5 de julio de 2009
QUIÉN ENSEÑA A QUIÉN
Cuando era pequeña y mis padres me llamaban la atención, siempre pensaba “cuando sea mayor yo no reñiré a mis hijos”, “cuando sea mayor no castigaré a mis hijos”, “cuando sea mayor no obligaré a comer a mis hijos”, en fin, cada cosa que me disgustaba me hacía tomar nota mental de lo que no haría en un futuro cuando fuera madre.
Es irónico porque estas anotaciones mentales van quedando en el olvido y cuando llega la hora de que los hijos vengan al mundo lo único que se te ocurre es hacerlo lo mejor posible y eso ya es mucho.
Los hijos actuales no se parecen en nada a las generaciones anteriores, tienen otras perspectivas de la vida y demasiados estímulos a su alrededor. Ya no podemos educarlos de la misma manera en que fuimos educados nosotros, no porque nuestros padres lo hicieran bien o mal, eso sería entrar en juicios de valoración que no tienen sentido, sino porque los tiempos son distintos y nuestros hijos también.
Los niños actuales tienen mucho que ofrecernos y basta observar su comportamiento para que uno se dé cuenta de esta realidad.
Es por esto por lo que queremos daros un resumen de lo que podemos aprender de ellos y así poder cambiar nuestra perspectiva sobre quién aprende de quién.
COSAS QUE PUEDO “APRENDER” DE MI HIJO
A vivir el momento, pues el niño en sus primeros años vive fuera del tiempo lineal, somos nosotros quienes le introducimos este concepto.
A decir correctamente “Mamá, tero aba”.
A comer sólo cuanto tengo hambre.
A seguir un ritmo natural.
A acariciar.
A sonreír.
A llorar de alegría.
A estar desnudo sin preocupación.
A no ser consciente del cuerpo.
A Ser, simplemente Ser.
A maravillarse de su entorno.
A aprovechar todas las situaciones para jugar.
A que le observes a él, un Ser en crecimiento y desarrollo, el cual necesita tu energía.
Texto del libro “Niños Índigo” de José Manuel Piedrafita.